Craywinckelhof

Craywinckelhof es un barril que rebosa historia. Sus raíces se remontan a hace más de un siglo, a 1893, cuando Germaan Van Obbergen puso en marcha una pequeña cervecería artesanal entre Leuven y Diest. El proyecto fue de corta duración, porque los alemanes confiscaron todo el material para la fabricación de cerveza durante la Primera Guerra Mundial.

En 2010, Louis Schrevens se convirtió en la quinta generación en tomar el timón de la empresa. Con su pasión por la cerveza y con mucha ambición, insufló nueva vida a la fábrica de cerveza. Elaboran cervezas y destilados privados con gran dedicación. Su propia cerveza, KraaiKe, una cerveza Hageland fuerte, es demasiado buena como para no degustarla.